Este es un chiste publicado recientemente por Caton:
Pepito iba a ingresar en una nueva escuela. Su admisión dependía de una entrevista con el director: La mamá del chiquillo le advirtió: “Has de saber que el director sufrió hace años un accidente grave, y en él perdió las orejas. Eso le ha provocado un gran complejo. Si quieres que te admita, no hagas ninguna alusión a eso; haz como que ni siquiera notaste que no tiene orejas”. Llegó la hora de la entrevista, y después de una inicial conversación el director le preguntó a Pepito: “Dime, niño: ¿has advertido algo especial en mí?” “Claro que si respondió él. Lo noté desde que entré. Eso se ve inmediatamente”. “¿Ah sí? Se revolvió en su sillón el director, inquieto y nervioso. ¿Qué fue lo que notaste?” Respondió sin vacilar Pepito: Que usa usted lentes de contacto”. “¡Vaya que eres observador, chamaco!” lo felicitó, aliviado, el director. ¿Cómo supiste que uso lentes de contacto?” Contestó Pepito: “Porque si tuviera orejas usaría lentes de los otros.”